Nuestra Historia

INTRODUCCIÓN

La Guardia es uno de los pueblos jiennenses ribereños del río Guadalbullón. Su localización sobre el cerro de San Marcos, y acostado en la falda sur-oriental del imponente cerro de San Cristóbal, le concedió a los largos de los siglos una privilegiada posición defensiva, motivo por el que esta ancestral villa gozó de una gran importancia estratégica tanto en la época íbera, romana y visigótica, así como en la ocupación árabe y en la posterior conquista crsitiana. En su casco urbano se encuentran calles estrechas y muy pendientes, típicas de un trazado medieval.

Sus poblaciones limítrofes son Mancha Real, Pegalajar y Jaén, siendo La Guardia a su vez, la entrada al Parque Natural de Sierra Mágina por lo que es denominada igualmente como "Puerta de Culturas". Se encuentra a unos 10km al sureste de la ciudad de Jaén, siendo el municipio más cercano y mejor comunicado con la capital gracias a las tres vías que las unen: carretera del Puente Jontoya (JA-3200), carretera de Sierra Nevada (nacional N-323) y autovía Bailén-Motril(A44/E-902).

UN RECORRIDO POR NUESTROS ORÍGENES

Los orígenes de La Guardia se remontan a la etapa del Neolítico, donde sus primeros asentamientos se establecieron en lugares naturales como Cueva Cabrera.

Con la llegada de los íeros, era conocida como Mentesa Bastia. Durante la época romana y visigoda alcanza un gran esplendor, llegando a tener ceca romana donde sus monedas fueron emitidas por toda Hispania, e igualmente, comenzó a formar parte de la provincia Cartaginenese. En la denominación árabe, La Guardia (Mantissa) adquiere gran importancia al convertirse en la capital de la Cora de Yayyan (Jaén), además, buena parte del castillo fortaleza fue construido en esa época.

En 1244, Fernando III "el Santo" lleva a cabo la conquista cristiana, recibiendo así su actual nombre, La Guardia, al ser zona de estrategia defensiva de los ataques del reino nazarí de Granada al recién creado Santo Reino de Jaén.

Esta conquista dio lugar al primer señorio de La Guardia, título que fue concedido por Fernando III a la familia López de Haro procedentes de tierras riojanas. Tras la lucha de sucesión al trono, Enrique II de Trastámara se hace con la victoria premiando a la familia de Los Messía, confiriéndoles el título de señorío de La Guardia.

Posteriormente, en el siglo XVI, llegaría el Marquesado a la villa, otorgado por Felipe II, convirtiedo al último señor de La Guardia, Gonzalo Messía Carrillo, en el prime marqués. Con la retirada de las tropas francesas en 1812, se produjeron numerosos incendios y destrozos de gran parte del patrimonio de La Guardia.

Llegado el siglo XX, el nombre de La Guardia pasaría a ser La Guardia de Jaén, para poder ser diferenciado de otros territorios de igual denominación y destacar su importancia histórica como pueblo defensivo cristiano del reino de Jaén.

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